Una de las técnicas más eficaces para descongestionar cualquier región anatómica que se encuentre dolorida mediante ventosas. Básicamente se utiliza en la espalda eliminando contracturas y otras dolencias, pero puede realizarse en otras regiones del cuerpo. Se realiza mediante unas ventosas colocadas en las zonas afectadas.
En seco se utiliza principalmente para la recuperación muscular y contracturas. Si además damos un masaje con la ventosa ayudaremos a subir las ventosas y el colágeno, reducir la celulitis, grasa localizada y cualquier daño en la piel.
CON SANGRADO (HIJAMA):
Quita las células sanguíneas muertas del sistema circulatorio.
Purifica la sangre y aumenta los glóbulos rojos y blancos.
Limpia arterias, venas y capilares.
Desbloquea la circulación estancada (p.e. varices)
Disminuye el CO2 en sangre y aporta oxígeno.
Fortalece el sistema inmunológico.
Regula las hormonas (menopausia)
Estimula el sistema linfático.
Equilibra la energía vital.
Desinflama y descongestiona.
Activa el cuerpo y equilibra la energía vital.
Está reconocida por la OMS en 2004 como una medicina que cura.
Esta técnica conocida como Hijama se practica desde la época de los egipcios y actualmente es una práctica común por los musulmanes. La recomendación de Mahoma es hacerlo cada 3 meses si no hay enfermedad y cada 21 días si hay enfermedad.
Existen puntos específicos en el cuerpo donde las ventosas se deben aplicar para cada dolencia logrando así, no solo aliviar los síntomas sino activando los órganos internos que comunican con cada punto.